«No se cocina jamás para alguien a quien se odia… Tú y yo, cuando cocinamos para alguien, es porque le queremos, porque queremos quererlo, o porque cabe la posibilidad de que le queramos. Si hay algo importante que he aprendido, es que la vida hay que celebrarla a la menor ocasión, que el día de hoy no vuelve y que pasado mañana tendremos ochentaitantos y no habrá marcha atrás. Piénsalo, no importa la edad que tengas, jamás serás más joven que hoy, y cuando con esos ochentaitantos estés plácidamente sentada pensando en tu vida, recordarás el día en que cogiste el coche y condujiste cinco horas del tirón para darle una sorpresa a alguien, y las veinte veces que te besaron por primera vez.
Te invito a que me acompañes en estas páginas. Este libro no tiene más pretensión que la de ser una reunión de amigos a la que me gustaría que asistieses en asiento preferente. Son solo algunos pensamientos sobre el amor, la amistad y la felicidad cotidiana, la que a menudo se nos olvida porque eso que llamamos vida nos arrastra. ¿Te vienes?»