Aquella noche durmieron seis personas en el barco.
Por la mañana solo quedaban cinco.
Elizabeth Valchar celebra los dieciocho años con sus cinco mejores amigos en el barco de sus padres. Allí se quedan a dormir. De madrugada, un ruido constante la despierta, como un golpeo pesado, de algo vivo contra el barco, un pez grande quizá atrapado entre el muelle y la popa... Hace frío en la cubierta y Elizabeth se agarra con fuerza a la barandilla. Al llegar justo encima del sonido, mira hacia abajo y ve una persona, una chica como ella, empapada, anegada, boca abajo.
Una historia de amor y de fantasmas. Un relato con moraleja con un apasionante comienzo y un ingenioso final.