Desde el momento en que su esposa fue diagnosticada con esta terrible enfermedad, el reconocido divulgador científico George Johnson decidió que su aproximación debía ser la de comprender cómo y por qué se produce, porque para vencer a un enemigo lo mejor es tener un profundo conocimiento del mismo. Así rastreó los orígenes de la enfermedad a través de la paleontología hasta descubrir rasgos de tumores óseos parecidos a los que existen en la actualidad en algunos esqueletos de dinosaurios.
También descubrió otras muestras de cáncer prehistórico en los restos de las diferentes razas de homínidos y en los yacimientos de necrópolis históricas. Se informó de las más punteras investigaciones y descubrió cómo el cáncer toma prestados los procesos naturales que intervienen en la cicatrización de una herida o el desarrollo de un embrión humano…
El de Johnson es un planteamiento triple —histórico, científico y personal— y un viaje a través de una de las enfermedades más complicadas y universales que existen hoy en día.