En el complejo juego de espejos de la Europa del Renacimiento, se fijan la vida y los sueños de un hidalgo
andaluz, don Gonzalo Fernández de Córdoba (1453-1515), el Gran Capitán, que se convirtió por su propio esfuerzo en un
hombre universal de su época. Como si de un thriller se tratase, Ruiz-Domènec trata de hallar la verdad acerca de este
hombre al mismo tiempo famoso y desconocido, buscando en su infancia las claves de su temperamento, leyendo las
crónicas que más influyeron en su educación de caballero, buceando su actuación en la procelosa política del Reino de
Nápoles, investigando la fascinación de los papas por su figura, siguiendo los pasos de su vinculación a la causa de la
reina Juana la Loca y precisando las razones de su apoyo al joven Carlos V.