«Borrarse para resistir. Zaoui rehabilita la fuerza subversiva de la discreción: una experiencia metafísica y una opción política; una forma exigente y activa de entender el mundo.» Martin Duru
«Una apertura a otra manera de estar en el mundo, hecha de reserva, poesía y secreto, de resistencia a la lucha encarnizada por el reconocimiento, a miles de cosas intempestivas, sea cual sea el tiempo en el que nos encontremos, siempre que haya hombres y sociedades.» Lucien Raphmaj
En la era de las apariencias y de la exhibición obligatoria, el filósofo francés Pierre Zaoui defiende la discreción en un ensayo a un tiempo elegante, original e inteligente en el que nos propone interrumpir la celeridad del tiempo mediante la captura de instantes de contemplación desinteresada.
La discreción, una cualidad de carácter raramente puesta en valor, se vuelve aquí una forma gozosa y necesaria de resistencia. El placer baudelariano de vagar anónimamente entre la muchedumbre, la alegría silenciosa de contemplar a nuestra pareja dormir o a nuestros hijos jugar sin que adviertan nuestra presencia, el alivio de ver cómo se disipa en nosotros el deseo de triunfar? Lejos del disimulo, del cálculo prudente o del miedo a ser visto, el alma discreta apuesta por una justa presencia en el mundo. «Ser discreto es crear, es dar, es amar.»
Pierre Zaoui convoca a pensadores universales de la discreción, de Franz Kafka a Maurice Blanchot y Giles Deleuze, de Virginia Woolf a Walter Benjamin, pasando por las tradiciones helenísticas y amerindias, para enmarcar esta experiencia «extraña, ambigua e infinitamente preciosa» y homenajear a aquellos que prefieren ser a parecer.