La reina Cristina de Suecia, una de las figuras más fascinantes y provocadoras de la historia europea, protagoniza la magistral novela póstuma del Premio Nobel italiano.
Culta y rebelde, impredecible y valerosa, Cristina de Suecia fue una reina irrepetible. Nacida en una Europa asolada por la guerra de los Treinta Años, se vio enfrentada a trascendentales cuestiones religiosas, de poder y de género, demostrando ser una de las figuras clave de su tiempo. Educada por su padre para soportar el peso y las responsabilidades de la corona, Cristina optó por asumir actitudes y ropas de varón, pero amaría por encima de todo a las mujeres. Se rodeó de filósofos y escritores, desde Descartes hasta Molière, y tras abandonar el trono se trasladó a Roma, donde se convertiría al catolicismo e impulsaría decisivamente el panorama artístico italiano.
Como ya hiciera en la imprescindible Lucrecia Borgia, la hija del Papa, Dario Fo concentra su siempre original mirada sobre otro excepcional y controvertido personaje femenino. Examinando crónicas de época, observando los cuadros que la retratan y, sobre todo, otorgándole una poderosa voz propia, el nobel italiano revive en toda su singularidad a una figura que tiene mucho que decir al mundo de hoy.