El Zhuangzi, o Escritos del Maestro Zhuang, que la tradición sitúa en los orígenes del taoísmo filosófico, es celebrado en China como la obra más bella de todos los tiempos. Sus tesis audaces y sus vertiginosas lecciones metafísicas hacen de estos textos una de las formas más radicales del pensamiento chino antiguo, en las antípodas del humanismo confuciano, de su sabiduría gris y su religión hipócrita de la bondad.
Cada uno de los capítulos de este libro se centra en un tema particular (el gesto virtuoso, la violencia, los animales, el duelo, el éxtasis, la instrucción personal) y se organiza en torno a anécdotas e historias dialogadas, a menudo irónicas y desconcertantes. Los comentarios, acompañados de traducciones inéditas, están siempre enfocados en un doble registro: el del significado que los textos tuvieron en el momento en que fueron escritos, en su relación con las ideas predominantes de la época (acerca del ritual, el sacrificio, la adivinación, la cosmología), y el del alcance de las intuiciones del Zhuangzi, la verdad que contienen o las cuestiones que plantean actualmente.