Durante una intensa semana de octubre de 1962, la crisis de los misiles en
Cuba trajo consigo un aumento de la tensión política mundial. En la otra cara del planeta, en un prestigioso internado de Pretoria, los colegiales escrutaban el horizonte en busca de signos de que el mundo se acababa. También entre ellos hay tensión, luchas y crueldades, un reflejo de la Sudáfrica profundamente dividida, sobre todo en vísperas de que se inicie el juicio contra Nelson Mandela.
Uno de los alumnos, Paul Harvey, sensible, solitario y ansioso por integrarse en el internado, hará lo que sea para complacer al líder de la clase y poder entrar en el club que éste capitanea y cuyo reglamento tendrá que aceptar.
Una experiencia simultánea a su despertar sexual.