Después de retratar la Gran Bretaña de Thatcher y Blair en las aclamadas El Club de los Canallas y El Círculo Cerrado, Jonathan Coe retoma a unos cuantos de sus personajes y aborda el Brexit: esta novela contiene algunas de las mejores páginas que se han escrito sobre él, y sobre la idiosincrasia del Reino Unido que decidió votarlo. Es una novela sobre las diferencias entre la cosmopolita Londres y la región central del país, que inspiró a Tolkien la Tierra Media y el carácter casero y terco de los hobbits. También sobre cómo una generación de políticos irresponsables –niños pijos que estudiaron en Oxford y compartieron juergas desaforadas en un club clasista– llevaron el país a una fragmentación nunca vista y a un clima de tensión que desembocó en el asesinato a manos de un exaltado de una joven diputada laborista, madre de dos hijos. Es, en definitiva, una de las radiografías más lúcidas, ácidas y desternillantes de la sociedad británica contemporánea.
Rechazado por todas las editoriales londinenses, Benjamin Trotter se ve obligado a publicar su novela en la de su amigo Phil (especializada en evocaciones sentimentales de la historia local) y, a sus cincuenta años, vive un inesperado lance amoroso con una ex compañera de colegio que incluye una tronchante escena de cama (o más bien de armario); Colin, su anciano padre, no entiende por qué la industria británica se ha ido al carajo; a su sobrina Sophie, profesora universitaria, un comentario inofensivo a una estudiante transgénero le cuesta un expediente; Doug mantiene un romance con una diputada tory y periódicas citas con un colaborador de David Cameron que le filtra informaciones delirantes sobre el referéndum del Brexit; Charlie se gana la vida haciendo de payaso en fiestas infantiles…
Todos ellos se mueven en una Inglaterra partida por la mitad, corroída por el racismo más o menos larvado, el resentimiento de clase y el miedo al futuro, sobre la que Coe ha escrito una fabulosa novela coral.