Dawkins y Gould. Oxford y Harvard. Un zoólogo y un paleontólogo. Un liberal y un socialista. Un inglés y un estadounidense. Una gran batalla intelectual.
Dos visiones contrapuestas acerca de la verdadera naturaleza de la evolución.
La historia de la ciencia está repleta de rivalidades y conflictos: Newton discutió con Leibniz sobre la naturaleza del espacio, Edison y Tesla fueron protagonistas de la famosa «guerra de las corrientes», Einstein rebatió públicamente la teoría cuántica de Bohr..., y en el campo de la biología, la disputa entre Dawkins y Gould es célebre debido a su intensidad, su duración (más de dos décadas) y su relevancia científica.
Richard Dawkins, autor de El gen egoísta y El relojero ciego, concibe la evolución como una lucha entre linajes genéticos. Stephen Jay Gould, que escribió La vida maravillosa y La falsa medida del hombre, la ve como una lucha entre organismos. Para Dawkins, los principios de la biología evolutiva se aplican igual a los humanos que a los demás seres vivos; para Gould, la sociobiología es incorrecta y peligrosa.
Dawkins ha sido descrito muchas veces como un reduccionista enloquecido, capaz de reducir la variedad y complejidad de la vida a la lucha por la existencia entre genes ciegos y egoístas. En cambio, Gould ha sido utilizado —erróneamente— por los creacionistas para rechazar los principios fundamentales del darwinismo.
En este libro, Kim Sterelny nos guía a través de las principales diferencias entre las concepciones de la evolución y la ciencia de Dawkins y Gould y nos ofrece una nueva oportunidad de redescubrir el universo de la biología evolutiva.