Tras años en el frente luchando contra el ISIS, Roy Scranton pensó que había dejado atrás ese mundo vertebrado por la lucha y la supervivencia. Se equivocaba. La actual pandemia y las que se prevén, las condiciones meteorológicas extremas, la subida del nivel de los mares o el aumento de las temperaturas pondrán en peligro nuestras infraestructuras, cultivos y suministros. El cambio climático provocado por el ser humano supone un riesgo no sólo para la estabilidad política y económica, sino para la propia civilización tal como la entendemos hoy. Así, el Antropoceno exige una visión radicalmente nueva de la vida humana.
Roy Scranton combina memorias, investigación periodística y reflexión filosófica para explorar lo que significa ser humanos en este mundo, un viaje a través de protestas callejeras, nuevos descubrimientos científicos, milenios de historia geológica o la persistente vitalidad de la literatura antigua, de la «Bhagavad-gita» a Marco Aurelio o Montaigne, para tratar de responder a esa pregunta inaplazable: ¿cómo aprender a vivir como individuos en una civilización que parece atisbar su hundimiento?
Sí, da miedo pensarlo, parece incluso impensable, pero lo cierto es que no hemos podido evitar el calentamiento global y, como consecuencia, la civilización capitalista, propulsada por carbono, está virtualmente finiquitada. Y no existe ninguna opción alternativa para mantener los mismos niveles de producción y consumo. Sin embargo, la humanidad puede sobrevivir y adaptarse al nuevo mundo del Antropoceno si aceptamos los límites que establece la naturaleza y el carácter transitorio de todo lo humano. Aprender a morir como individuos implica desprendernos de nuestro yo y nuestros miedos. Aprender a morir como civilización implica desprendernos de esta forma concreta de vida y de sus conceptos de dominio, éxito y progreso. ¿Seremos capaces?