El reinado de Mohamed VI se caracteriza esta última década por una constante erosión de las libertades, en una deriva autoritaria en que las decisiones del monarca no se discuten ni en el Parlamento ni en los partidos ni en la prensa. Ahora que las relaciones entre España y su vecino del sur viven uno de sus peores momentos tras la llegada masiva de inmigrantes a Ceuta, Otazu se desquita en un ensayo apasionante y lúcido en el que desvela todo lo que antes no pudo contar. En él nos abre los ojos a la auténtica realidad marroquí, las intrincadas maniobras geopolíticas y diplomáticas, los episodios de espionaje y, en general, las arbitrariedades de un régimen que desconciertan en el panorama internacional mientras no cabe el menor cuestionamiento a nivel interno. Y, ante todo, nos desvela cómo las tres bazas con las que juega Marruecos desde hace cincuenta años en sus relaciones con España —el Sáhara, la inmigración y Ceuta— han confluido en los recientes acontecimientos hasta formar la tormenta perfecta.