La Revolución francesa no solo hizo tambalear la política europea de su tiempo; en la ciudad alemana de Jena, una generación de jóvenes poetas, filósofos y escritores decidió, hacia 1800, repensar de nuevo el mundo. Los hermanos Schlegel junto con sus esposas, filósofos como Schelling, Fichte o Hegel, y poetas como Novalis o Tieck se congregaron en la pequeña ciudad universitaria para edificar una «república de espíritus libres». Además de cuestionar las tradiciones y la sociedad, contribuyeron a transformar nuestra comprensión de la naturaleza, la libertad y la entera realidad humana. Peter Neumann relata la portentosa existencia de esta comunidad de hombres y mujeres libres que sentaron las bases para la irrupción de la modernidad.