El poeta Vicente Huidobro definió a Teresa Wilms Montt como «la mujer más grande que ha producido la América. Perfecta de cara, perfecta de cuerpo, perfecta de elegancia, perfecta de educación, perfecta de inteligencia, perfecta de fuerza espiritual, perfecta de gracia». Desafortunadamente, como ha sucedido con tantas otras «mujeres perfectas» a lo largo de la historia, su leyenda —marcada por la tragedia— ha sepultado una obra portentosa y de una sensibilidad admirable que da testimonio de la lucha de una mujer independiente, adelantada a su tiempo y ansiosa por encontrar su lugar en el mundo.
En estos Diarios íntimos, que reúnen pensamientos, confesiones, testimonios, poemas, relatos o cartas escritos en un estilo insólito para su época, la escritora chilena Teresa Wilms Montt reflexiona largamente sobre el amor y la pasión, la familia, la literatura, Dios, la locura o la soledad, y desnuda el alma de una mujer que, a la pregunta de la escritora Sara Hübner sobre quién hubiera querido ser, respondió: «Lo que soy. De cualquier otro modo me habría aburrido más».