Un relato dramático y cautivador del primer intento de ascensión del Everest, cuya
publicación coincide con el centenario de aquella épica expedición de 1922
Aunque sigue siendo, sin lugar a dudas, la montaña más famosa del mundo, a lo largo de los
últimos años la reputación del Everest ha cambiado de forma radical. Actualmente, la
masificación de su ascensión, con largas colas de escaladores en la Pared del Lhotse, las
escabrosas historias de cadáveres congelados o los montones de basura que se acumulan a gran
altitud en la montaña, no hablan a su favor. Pero las cosas no han sido siempre así. Hubo un
tiempo en que el Everest era un lugar remoto, inaccesible y misterioso, que sólo los hombres
más audaces y heroicos se atrevieron a pisar.
La primera tentativa de escalada del Everest, protagonizada en 1922 por George Leigh Mallory
y un equipo expedicionario inglés, constituye una historia extraordinaria, rebosante de
controversias, drama e incidentes, a cargo de un plantel de personajes excepcionales dignos de
una película de Indiana Jones. La expedición terminó en tragedia cuando, en el tercer intento de
cumbre, el grupo liderado por Mallory sufrió el impacto de una avalancha que provocó la muerte
de siete de sus hombres. Mick Conefrey se ha documentado en los diarios, cartas y diversos
relatos, publicados e inéditos, para explorar las motivaciones y los dramas personales de sus
principales protagonistas, detallar las vicisitudes que acontecieron entre bastidores, y descubrir
las acérrimas rivalidades que subyacían tras aquella épica aventura.