Sobre escarpadas colinas, la belleza única y espectacular de Edimburgo surge de la combinación de su inusual ubicación y una arquitectura exquisita. Declarados Patrimonio Mundial de la Unesco, la New Town y la Old Town forman un contraste precioso en esta ciudad: el verdor de los jardines de Princes Street frente el laberinto de callejones y rincones secretos que hay alrededor de su castillo, muestran cómo ha cambiado a lo largo de los siglos la capital de Escocia. Esta historia queda aligerada por una multitud de pubs, restaurantes innovadores y algunas de las tiendas más elegantes de Escocia.