Esta extraordinaria novela nos retrata un día en la vida de Monet en su residencia de Giverny, su personalidad como artista y como persona. Con un lenguaje y una prosa tan luminosa como los colores que utilizaba el artista en su famoso jardín, Eva Figes nos presenta la familia de Monet, incluidas su hija Germaine –quien teme no llegar nunca a casarse con el hombre del que está enamorada–, su esposa –que aún guarda luto por el hijo perdido tiempo atrás–, así como del amigo de la familia y marchante del artista, que bebe y come con ellos mientras observa con exaltación las obras del pintor. Todos los personajes experimentan, de formas diferentes, la riqueza de esa luz que Monet busca plasmar con enardecida perfección en las que serían sus últimas obras maestras.