Un llamamiento a favor de repensar el sistema educativo y premiar la excelencia
El mérito ha sido un valor fundamental desde la Revolución francesa, que defendió la virtud del esfuerzo frente a los privilegios de nacimiento. Desgraciadamente, este principio republicano, fruto de la Ilustración, es atacado a diario desde todos los frentes.
Numerosos pensadores y economistas sostienen que la meritocracia es, en realidad, un decorado para ocultar la reproducción hereditaria de un sistema de familias poderosas y la concentración de la riqueza en unas pocas manos. La ensayista Sophie Coignard, frente a esta creencia, recaba argumentos contra quienes persiguen implacablemente el concepto de mérito y concluye que son ellos los principales culpables de su mal uso.
Este libro defiende que la promoción de unas élites virtuosas no es incompatible con la equidad y la justicia social, siempre y cuando se garantice la igualdad de oportunidades para acceder a dichas élites. Sin embargo, la escuela pública, que hasta ahora había sido el principal instrumento para este fin, está fallando a las nuevas generaciones. Coignard se centra en el caso francés y expone cómo los sucesivos gobiernos han degradado las becas concedidas en función del mérito a los estudiantes con menos recursos, han marginado los internados de élite y han acometido un proceso de nivelación a la baja.
La tiranía de la mediocridad es un llamamiento a favor de repensar el sistema de valores de las sociedades que, contaminadas por la ideología woke, consideran que debe castigarse la excelencia en nombre de la igualdad y la discriminación positiva de las minorías.