Soseki utiliza la desapegada curiosidad del gato para comentar las
complejidades, hipocresías y peculiaridades de los humanos y su
sociedad.
Narrada desde el punto de vista de un gato sin nombre que observa la vida
humana con agudeza y humor, esta novela explora temas profundos como
la soledad, la búsqueda de sentido y el lugar del individuo en un mundo
cambiante.
Esta novela es una excelente iniciación para todos aquellos lectores que
quieran comprender al pueblo japonés, siempre atento al progreso moderno
y, al mismo tiempo, respetuoso con su patrimonio ancestral, que, a veces, se
antoja misterioso y enigmático. «Sin pretenderlo, el gato sin nombre acaso
ayude también a superar barreras y enigmas culturales».